Advertencia a los amantes de las películas de terror: haré esta crítica lo mejor que pueda, ya que no soy fanática del género. Gore me da igual pero espíritus o posesiones las justas y necesarias. Y como siempre digo que para criticar hay que ver, aunque sea con los ojos medios tapados, pues ahí va.
Clyde (Jeffrey Dean Morgan, os sonará de 'no cortes los cables' de Anatomía de Grey) y Stephanie Brenek (Kyra Sedgwick, conocida por su papel en la serie The Closer) se acaban de divorciar y sus hijas están sufriendo con esta separación. Pero comienzan a preocuparse cuando su hija pequeña, Emily empieza a tener una extraña obsesión con una caja que compró en un mercadillo. Su comportamiento se vuelve agresivo y empiezan a pensar que un espíritu está poseyendo a la pequeña.
Muchos pensaréis: madre mia, ya no tienen ideas nuevas, otra película sobre posesiones. Cuanto daño hizo El Exorcista en los directores de este género, que parece que siempre tienen que tener la misma pauta.
Siguiendo un patrón más que evidente, la película se desarrolla entre susto y susto pero más que predecibles. Os lo digo yo que algún susto me he llevado pero tampoco para tanto.
Sin abusar de grandes efectos especiales ni grandes pretensiones, se queda en una película basada en hechos reales sin más. Que menos en algún momento aislado no da miedo.
Nota: 5/10
PD: lo que se puede ver en un TAC
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